martes, 23 de septiembre de 2014

Quiza


Quizá llegue el dia en que el veneno espeso que colaste en mi sangre empiece a hervir, y dentro de mis venas corriendo en torrente desesperado hasta mi mente, me destruya en un torbellino de imagenes tuyas.

Quizá el latido se apague lentamente hasta que no quede nada de el y la inerte emoción sentida alguna vez al mirarte no sea mas que un brillo opaco en las cuencas vacías de mis ojos.

Quizá una tarde mirando al cielo no recuerde tu sonrisa, y entienda que la vida ya no sera la misma.

Quizá algún día pueda mostrarte lo que hay detrás de esta sonrisa…quizá no lo entiendas…o quizá no quieras entenderlo, podrías mirar a otro lado e ignorarlo, podrías pensar que no vale mucho, podrías quizá, reír. Podrías evitar sentir el latido y emoción que yo sentí, podrías hacer que no esta allí, podrías vivir tu vida sin saber que en la sombra de tus pasos se esconde el espectro  que te acompaña, espera y vibra con el eco de tu risa. Que salta de emoción con esos momentos en que consigue la atención distante y errático de tu interés. Y en silencio, guarda cada uno de tus pasos.


Quizá no lo entiendas, quizá no quieras entenderlo, quizá mires hacia otro lado… quizá llegue el día en que mas allá de tu alegría sientas a ese espectro que guarda tus días, que la calidez de su invisible abrazo llegue al centro de tu mente y corazón...y que puedas ver mas allá de la sombra y la sonrisa.

Pixie Corpse.

martes, 28 de septiembre de 2010

Manikí



Oscuridad, es lo único que puedo ver a donde sea que mueva mis ojos, cuando repentinamente se enciende la luz de la habitación y durante unos minutos me daña los ojos, hasta que me acostumbro a ella.

-Ah, sigues aquí-

Esa es tu voz, que expresa una frase de sorpresa de verme ahí, sabiendo que siempre lo he estado, que he estado ahí desde que me viste mientras paseabas por entre bastidores. Al verte y escucharte la alegría se ciernen sobre mi, te había estado esperando, me alegra tanto verte y saber que estas ahí para mi, aunque no puedas verlo, ni sentirlo.

Lentamente me tomas de las manos, y tu sonrisa ilumina tu rostro, y tus ojos brillan bajo la luz que baña la habitación. Y volvemos a jugar como siempre, tu conmigo, yo contigo....aunque no puedas sentirlo.

¿Acaso podría ser más feliz? He de pasar la vida con la persona que quiero, y ella pasará la suya conmigo, sabe que estaré allí esperándola, sabe que siempre la recibiré, y más y más crece lo que llevo en mi interior, como si un corazón comenzara a crecer, como si dejara de ser sólo un manikí y poder ser finalmente la persona que esperaba ser....

El teléfono suena, y ella se levanta a responderlo, al escuchar la voz por el intercomunicador, su rostro parece iluminarse más, y su sonrisa es más alegre ¿quien será?....y pasan los minutos y ella no regresa......y el atardecer se convierte en noche....y parece haberse olvidado de mi.

Al regresar me encuentra nuevamente donde me dejó, me toma y descuidadamente me cuelga en un rincón, sin notar que uno de los hilos que me permiten moverme se enreda en mi cuello, el hilo que va en mi pecho.

Y así, colgado desde la esquina de su habitación, asfixiado por mi propio sentimiento, miro entrar a alguien , ella al verlo le sonríe y le abraza, parecen felices, mientras una fría lágrima desciende por mi mejilla, mientras ese hilo sigue convirtiéndome en el frío objeto que era cuando ella me encontrase, en ese manikí vació y sin corazón.

Unos minutos más y la lágrima se congela en mi rostro, único recuerdo de que yo siempre quise ser más que tu muñeco.

El Vestido Rojo


Hoy, como cada día espero sentado en esa banca, esperando en la lejanía ver acercarse tu figura, escuchar tus pasos al andar, mirar tu cabello ondear al viento y de ellos percibir el rastro de tu aroma, que al cabo de pocos minutos se desvanece en el aire, como si de una ligera caricia se tratase, como si supieras lo mucho que te admiro y me agradecieras a escondidas, oculto a los ojos perversos de la sociedad que camina apresurada por las mismas calles donde secretamente nos encontramos, una caricia de complicidad, que sólo tu y yo conocemos.

Cada día te espero ver andar por esta calle, espero admirar esa belleza, espero por esa caricia atraída por el viento, y siempre recuerdo ese vestido rojo con el cual te viera la primera vez, ese vestido rojo sangre.

Y así han transcurrido mis días desde entonces, desde esa primera vez, ya hace 5 meses, desde que tu adusta figura angelical pasó frente a mis ojos desesperados y amoratados de tantas noches en vela, con tu vestido rojo; nunca me atreví a hablarte, ni a seguirte, ni siquiera se a donde te diriges, simplemente me siento aquí, a esperar. Y las horas pasan, hoy te has tardado más, levanto la vista y con alegría miro tu silueta acercarse, trato de contener las lágrimas de felicidad al verte, aunque se que no sabes que cada día estoy allí solo para ti. Más cerca, eso es, déjame admirar la belleza de tu rostro, las delicadas líneas que conforman la belleza de los ángeles caídos…..pero….¿que es esto?… acaso las deidades que se encuentran en las alturas se apiadan de mi, y me permiten de nuevo admirarte en ese vestido rojo, tal como la primera vez. Mis ojos se iluminan con tu presencia, y una extraña sensación brota desde mi decaído pecho, allí, si, donde se encuentra el corazón, siento su palpitar creciendo cada vez más, amenazando salir de mi pecho y mostrarse ante ti deteniendo tu avance, y el dulce aroma que emanas llega de nuevo a mi, como cada día, traído por el viento, tu caricia, la única atención que he logrado obtener de ti, y mi corazón late aún más deprisa, y esta vez, decidido a dejarle mostrarse, me levanto de esa banca que tanto tiempo ha resistido el peso de mi ser, voy tras de ti.

Casi que podría seguirte a ciegas, el aroma traído por el viento me lleva hacia donde estés. Después de un rato de seguirte, eres tu la que se detiene, y se sienta en una banca, al parecer también a esperar, ¿Qué podría esperar una dama como tu, que con una sola mirada obtendría en segundos lo que quisiera?

La respuesta no tardó en llegar, un joven apuesto se acercó a la banca donde mi ángel esperaba, y ella al verle sonrió alegre, se levantó y en un profundo abrazo se unieron….¿que locura es esta?.....¿que acaso no aprecia el amor que le profeso?.....¿porque hace esto conmigo?....

¿Será que ese demonio de tez cándida pretende robarse el ángel al que he dedicado mi vida?...No lo permitiría…será mía y de nadie más…

De nuevo me senté en una banca, a esperar, a que aquellos amantes se alejaran uno del otro, y el latir de mi pecho se había extinguido por completo, el ardor que había sentido en él, se había convertido en un frío total…sólo un par de horas fueron necesarias para empezar a llevar a cabo mi plan, los dos, ángel y ladrón, se despidieron con un apasionado beso, y promesas de verse al día siguiente…..No lo permitiría….no habrá mañana….Nuevamente me levanté, y seguí a mi princesa, desandando todo el camino, hasta la banca en que me encontrase todos estos 5 meses, y más allá, hasta su hogar. Espere unos minutos, observando su casa desde afuera, buscando una entrada, la cual logré encontrar, accidentalmente, quizá, había dejado una ventana abierta, y por ella entraba yo ahora en los aposentos de mi amada. Ella, sin advertir mi presencia, peinaba sus cabellos, su aroma inundaba la habitación y me hacía enloquecer, aún tenía su vestido rojo puesto, era una diosa. Me acerqué a ella, mientras las lágrimas salían enloquecidamente desde mis ojos, lágrimas de tristeza, de dolor….¿Como pudiste hacerme esto a mí?... ella escuchó mi llanto, volteó su hermosa figura hacia donde yo estaba, y su rostro cambió a una extraña expresión de sorpresa…¿Por qué?...

Tenía que hacerlo, saqué el cuchillo filoso y brillante, que llevaba escondido entre mi ropaje, y me acerqué a ella diciendo frases incoherentes e incomprensibles, no sabía lo que decía, y las lágrimas seguían fluyendo por mi rostro, su expresión cambió de sorpresa a terror al ver el brillo del frío metal, sin embargo no pudo gritar, ni siquiera cuando el filo asesino del cuchillo traspasó su hermosa y delicada piel……una….dos….tres…cuatro veces…..y su sangre se mezclaba con su vestido rojo, aquel hermoso vestido con el que se veía tan bien, ese vestido, el cual ahora disimulaba todo rastro de mi crimen. Sus hermosos y brillantes ojos, me miraban con expresión suplicante….Lo siento, tenía que hacerlo….me traicionaste…yo te amaba..y tu…tu nunca me miraste…

El brillo de sus ojos se volvía opaco y estos se cerraban lentamente, la sangre que brotaba de sus heridas, ni siquiera manchó el suelo de su habitación, su vestido rojo, la cubrió. Con un último suspiro sus ojos se cerraron completamente, parecía como si solamente los hubiera cerrado por el cansancio, y durmiera placenteramente

…Lo siento, tenía que hacerlo…yo te amaba….yo te amo…por eso estoy aquí…¿podrías perdonarme y seguirnos amando como lo hicimos antes?...lo siento…había olvidado que tu…


Tu nunca me miraste.



Nota tras nota los sonidos emergen, y es cada nota la que da un respiro a mi alma, ¿acaso es tan dificil de entender? ¿no escuchas lo que te quiero decir?

...¿Acaso lo sientes?.....

Te miro y pareces no escuchar y detengo la melodía, minutos después tus ojos vuelven hacia mi, preguntando el porqué me detuve. Y tus ojos no parecen comprender.

Y en tus ojos veo un obscuro secreto y me pregunto que puede ser. Aún mirándome me indicas que continúe, y lentamente mi cabeza te muestra una negativa. Tus ojos se agrandan y me acusan, como si de un desagravio se tratara.

- ¿Porqué no continuas tocando? Nadie te ordeno que te detengas-

-Tu mirada me dice que no sabes y no entiendes, que mi música no llena tu alma, que mis palabras no son más que aire...¿porqué habría de continuar, si me desprecias de esta manera?-

-Tu trabajo es hacer música, no tengo porqué entenderla-

-Todo el tiempo que he estado aquí sentado, creando melodías para ti, intento decirte cuanto me importas, intento que por cada nota sientas lo que siento, ya que no tengo palabras para decirlo, pero tengo melodías para expresarlo. Con cada nota un pedazo de mi alma entrego a ti.-

Su mirada por un momento, tierna se volvió, y luego a indiferente, bajó la vista y sus ojos ocultos por la penumbra de la habitación se oscurecieron más. Y con voz fria dijo:

-Tu trabajo es hacer música, para eso estas programado, de tu música no siento nada, pues eres un robot...y los robots no tienen sentimientos-

sábado, 5 de diciembre de 2009

Pero nunca estabas tu




Sentado en la oscura bruma

Susurraba tu nombre a las alturas

Y como un loco buscaba tu figura

Esa, que prometió estar junto a mí

…Pero nunca estabas tú…

Y así continué caminando

Junto a esa figura amada

Junto a esa diosa desheredada

Esa, que creía eras tú

…Pero nunca estabas tú…

Quise vivir los momentos de alegría

Quise olvidar la angustiosa agonía

Y quise verte reír con energía

Ella, a la que adoraba cada día.

…Pero nunca estabas tú…

Y se borraba esa figura con los días

Se acartonaba tu silueta ya vacía

Desaparecía esa pequeña vida

Esa, esa vida que era mía.

…Pero nunca estabas tú…

Pues nunca estuviste aquí

Y siempre quise que así fuera

Y en este encierro solitario

Solo se encuentra el recuerdo

Y el cadáver descompuesto

De esa…esa que solías ser tú

Para mi amor, con amor




Y aquí sigo...

Con la misma pregunta rondando una y otra mi cabeza....¿porqué?.....y mejor aún.....¿porqué no me dijiste la verdad?....

Y cada día miro esas imágenes y recuerdo las cosas que dijiste...todas mentiras....y te miro huir y esconderte de mi, porque crees que no conozco tu secreto, que vivo como iluso pensando que te fuiste sólo porque "era lo mejor"...pero la espera terminó, ya no volverás a esconderte de mi, ni a evadirme cuando estemos en el mismo lugar y hagas como que si no me conocieras, como si no existiera.

Ahora pagarás por haber rechazado y tirado a la basura todo ese tiempo que quise regalarte, todo ese tiempo que dediqué a quitar las lágrimas de tu rostro y ponerlas en el mio, porque de tu rostro no volverá a surgir una lágrima, ni por mi ni por nadie....todo porque esta noche, será la última en que puedas respirar.


Para mi amor, con amor.....este es el último adios....



sábado, 31 de octubre de 2009

Ladrillos de Marfil



Cansado, coloqué otro ladrillo...

Casi terminaba esa enorme muralla que llevaba un par de días construyendo sin descanso y que formaba una torre inmensa e impenetrable (esta vez si lo será) ya que las antiguas murallas construidas habían sido muy vulnerables y sus escombros yacían esparcidos por los alrededores.

Dentro, sólo quedaba mi ser herido y triste, cansado de esas mentiras que me comían el corazón...decidido coloqué un ladrillo más, casi acababa, y podría descansar.

Lentamente se acerca una silueta, muy lejana aún como para distinguir de quien se trata y la dejo acercarse mientras continúo mi faena, unos minutos despues y unos cuantos ladrillos más he colocado, una voz dulce me habla:

-Hola, ¿que haces? ¿porque construyes es muralla tan grande?

Algo asustado y ocultándome tras mis grandes ladrillos respondí -Vete, no te acerques más y déjame tras mi muralla-

Parecía conmovida, o preocupada...o no sé, que podría saber yo sobre sentimientos si ya no los tenía...y nuevamente su voz dulce habló

-Pareces estar solo y triste, y si estás así, ¿porqué construyes una muralla alrededor tuyo sin puertas ni ventanas? así no podrás ver el exterior, ni podrás saludar a quienes vengan a visitarte, ni podrán pasar a ver como estas-

- Ese es el propósito de esta muralla, no permitir el paso de nadie, ¿ves todos esos escombros a tu alrededor y esparcidos por todo el lugar? son los restos de antiguas murallas, que cayeron cuando a alguien dejé pasar-

Esa fue mi respuesta, y con afán seguí con mi tarea.

- Si ya has dejado antes pasar a alguien, te pido dejes de construir esta fortaleza y me des una oportunidad de pasar-

Ante estas palabras, quedé inmovilizado, sólo quedaban 2 ladrillos por colocar y estaría listo, pero al escuchar esas frases quedé congelado y perplejo, su mirada me pedía una respuesta y mis ojos al encontrarse con los suyos hicieron crecer en mi el único sentimiento que me quedaba.

Por unos minutos la seguí mirando, mientras sentía dentro de mi toda esa ira que me invadía y crecía..y crecía y crecía...hasta que sin más fuerza para contenerla mi rostro transformado en una máscara sangrienta y monstruosa, mi boca fruncida en un rictus mortal, se abrió

-Vete!..vete!! déjame con mi fortaleza, déjame con mi ira, déjame con mi soledad..¿acaso crees que volveré a caer? ¿crees que quiero volver a sentir todo ese dolor y sufrimiento? Déjame! que no quiero volver a sentir eso, no quiero volver a sentir ese dolor!..Largo!...Déjame con mi extraña locura aquí..porque sólo encerrado en mi mismo se puede evitar que vuelva a caer en esas mentiras y engaños que miradas como la tuya provocan-

Y así, sus rostro inclinó, y escondió bajo las sombras, y en silencio me dio la espalda y empezó a caminar a algún desconocido lugar, y yo, colocaba esos últimos ladrillos, que me sumían en eterna oscuridad.


Pixie Corpse.